jueves, 16 de junio de 2011

la higiene en los alimentos


Los alimentos pueden descomponerse por el crecimiento y la actividad de los microorganismos, por la actividad de las enzimas naturales, por la contaminación de insectos y roedores, y por mantenerlos en temperaturas de riesgo. Otros factores, como la humedad excesiva, el aire (oxígeno) y la luz, también pueden provocar su deterioro. El conocimiento y cumplimiento de las reglas higiénico-sanitarias por parte de los manipuladores de alimentos contribuye a delinear el sentido de responsabilidad por la salud de los grupos familiares o poblacionales.





La mayoría de las enfermedades por alimentos son causadas por bacterias dañinas, las cuales no pueden apreciarse a simple vista ni necesariamente se detectan porque provoquen un olor, sabor o presencia inapropiados en el alimento.
La mejor forma de proteger la comida contra el ataque de gérmenes patógenos es mediante la higiene, la manipulación y el almacenamiento adecuados.





1.      Elegir los alimentos procedentes de fuentes seguras.
2. Manipular los alimentos con utensilios especializados, siempre que sea posible, en lugar de las manos.
3. Las tablas de corte, equipos y utensilios deben estar limpios.
4. Limpiar los utensilios, tablas de corte y equipos después de manipular alimentos crudos (carnes, pescados y huevos) y antes de utilizarlos para otros fines.
5. Lavar de forma minuciosa los vegetales y las frutas.
6. Mantener los alimentos tapados.
7. No dejar los alimentos perecederos por más de una hora en la zona de peligro de temperatura. Los alimentos elaborados en frío no deben estar a temperatura ambiente por mucho tiempo y se recomienda su consumo inmediato.
8. No se debe ezclar la comida nueva con la vieja.
9. Las ensaladas frías o con productos cárnicos se deben refrigerar inmediatamente, una vez preparadas.
10. Mantener una adecuada higiene personal.




Los procesos de conservación por frío resultan indispensables para los productos alimenticios perecederos o de pronta descomposición, como las carnes y los productos lácteos, ya que evitan o retardan el desarrollo de microorganismos. Mientras más baja sea la temperatura de conservación, mayor será la durabilidad del alimento. La conservación de alimentos mediante otras técnicas (ahumado, salazones, especiado, desecación, edulcorado) resulta también muy ventajosa, aunque más laboriosa que la técnica de conservación por frío, con la diferencia de que producen cambios en el estado inicial del alimento





Como se observa, son muchos los requisitos para mantener una adecuada higiene en los alimentos y así evitar enfermedades indeseables. Lo más importante es reconocer que el conocimiento y aplicación de estas normas deviene garantía de la salud social y familiar.
 










biografia
http://www.cubasolar.cu/biblioteca/energia/Energia38/HTML/articulo14.htm

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